China aumentará por primera vez desde los años 50 la edad de jubilación, en respuesta al envejecimiento de la población y la falta de fondos para las pensiones. El plan aprobado eleva la edad de jubilación para las mujeres trabajadoras manuales de 50 a 55 años y de 55 a 58 para las que ocupan puestos administrativos. Para los hombres, la edad subirá de 60 a 63 años.
Los cambios comenzarán el 1 de enero de 2025 y se aplicarán gradualmente durante 15 años. No se permitirá jubilarse antes de la nueva edad legal, pero se podrá retrasar hasta tres años más. Además, a partir de 2030, los empleados deberán hacer más aportes a la seguridad social, y en 2039, necesitarán 20 años de contribuciones para recibir una pensión.
La medida ha generado reacciones divididas en China. Algunos usuarios en redes sociales expresan escepticismo y frustración, mientras otros aseguran que era algo inevitable, citando que en Europa la edad de jubilación es mayor.
La población de China ha disminuido por segundo año consecutivo en 2023, y la tasa de natalidad sigue bajando, mientras que la esperanza de vida ha subido a 78,2 años. Según la OMS, un tercio de la población tendrá más de 60 años para 2040.
La política de hijo único y la desaceleración económica han agravado la crisis demográfica, dejando a China con un fondo de pensiones insuficiente. En la próxima década, unos 300 millones de personas, actualmente entre 50 y 60 años, saldrán de la fuerza laboral, lo que plantea un gran desafío para el país.