El candidato presidencial republicano, Donald Trump, salió a defender sus políticas económicas y comerciales el martes, en una entrevista realizada en el Club Económico de Chicago. Durante la conversación, Trump rechazó las críticas que afirman que sus propuestas podrían aumentar la deuda federal, afectar las relaciones con los aliados y perjudicar la economía de Estados Unidos.
En la entrevista, llevada a cabo por John Micklethwait, editor en jefe de Bloomberg News, Trump enfatizó que su enfoque principal es impulsar el crecimiento económico. "Lo que nos interesa es el crecimiento. Vamos a traer de vuelta a las empresas a nuestro país", declaró el expresidente. Estas declaraciones fueron hechas en respuesta a los temores de que sus políticas podrían tener efectos negativos en la economía a largo plazo.
El entrevistador, Micklethwait, mencionó un análisis realizado por expertos en presupuestos que proyecta que los planes económicos de Trump podrían agregar 7,5 billones de dólares a la deuda federal para el año 2035. Esta cifra es más del doble de la que se espera con las políticas de su oponente, la vicepresidenta demócrata Kamala Harris, en las próximas elecciones. Sin embargo, Trump desestimó estas proyecciones, argumentando que sus políticas, en especial las comerciales, generarán ingresos suficientes para cubrir el déficit.
Una de las principales propuestas económicas de Trump es imponer aranceles a los productos importados, no solo de países rivales como China, sino también de naciones aliadas, como los miembros de la Unión Europea. Según Trump, estos aranceles tienen como objetivo revitalizar la industria manufacturera de Estados Unidos, creando empleos y fortaleciendo la economía interna. Argumentó que al hacer que las empresas extranjeras paguen más por importar sus productos a Estados Unidos, estas se verán obligadas a trasladar sus fábricas al país, lo que generaría más empleo y crecimiento.
"Todo lo que tienen que hacer es construir sus plantas en Estados Unidos y no habrá aranceles", afirmó Trump. También añadió que este tipo de medidas tendrá un impacto positivo, en lugar de ser perjudicial como algunos críticos sugieren.
No obstante, varios expertos en comercio han expresado su preocupación por estas propuestas, señalando que los aranceles podrían afectar negativamente la economía estadounidense. Algunos temen que estas medidas podrían llevar al aumento de precios para los consumidores y la pérdida de empleos, especialmente en sectores dependientes del comercio internacional. Además, creen que los aranceles podrían generar tensiones diplomáticas con países aliados, lo que podría complicar la cooperación internacional en asuntos comerciales y geopolíticos.
Durante la entrevista, Trump también abordó su plan de imponer un arancel del 200% a los vehículos ensamblados e importados de México. Esta medida, según el expresidente, tiene como objetivo obligar a las empresas automotrices a producir sus vehículos en territorio estadounidense. Además, mencionó que también impondría aranceles a los automóviles importados de países como Alemania, con el mismo propósito de incentivar la producción interna.
Cuando Micklethwait sugirió que estas políticas podrían afectar las relaciones con los aliados de Estados Unidos, quienes juegan un papel importante en la competencia económica contra China, Trump fue contundente en su respuesta. “Nuestros aliados se han aprovechado de nosotros más que nuestros enemigos”, afirmó. Con esto, Trump dejó claro que su prioridad es fortalecer la economía estadounidense, incluso si eso implica tensiones con países aliados.
