México está explorando la posibilidad de ofrecer créditos fiscales para atraer a empresas extranjeras a invertir y producir dentro del país, especialmente en sectores clave como vehículos eléctricos (VE), semiconductores, minerales de tierras raras, baterías y electrónica. Así lo señaló un alto funcionario comercial mexicano durante una entrevista, mencionando que esta medida podría ayudar a México a ser más competitivo y captar inversiones que busquen acercar sus cadenas de suministro a mercados importantes, como el de Estados Unidos.
El subsecretario de Comercio Exterior, Luis Rosendo Gutiérrez, explicó que estos incentivos fiscales serían similares a los que ya existen en países como Estados Unidos y Canadá. Esta estrategia busca aprovechar la tendencia de las empresas a reducir su dependencia de proveedores lejanos, como los de Asia, y trasladar parte de su producción más cerca de los mercados de consumo.
"Estamos estudiando muy seriamente la creación de programas de incentivos fiscales que creemos podrían atraer a muchas empresas a México", comentó Gutiérrez en una entrevista con Reuters. Además, destacó que estos incentivos estarían disponibles para empresas de cualquier país que deseen invertir, incluida China.
Sin embargo, Gutiérrez subrayó que México no sería un "trampolín" para que China acceda al mercado estadounidense, dejando en claro que se mantendrían alineados con sus acuerdos comerciales y las regulaciones del tratado T-MEC con Estados Unidos y Canadá.
Un documento interno del gobierno mexicano revelado por Reuters indica que México ya ha comenzado a trabajar con grandes compañías internacionales, como Foxconn, Intel, General Motors, DHL y Stellantis, para identificar productos que podrían ser fabricados en México en lugar de ser importados de Asia. Esta medida apunta a reducir la dependencia de productos provenientes de países como China, Malasia, Vietnam y Taiwán.
Aunque Gutiérrez evitó dar más detalles sobre las empresas mencionadas en el documento, se sabe que la intención es fomentar la producción local y sustituir importaciones para fortalecer la industria mexicana.
Una de las grandes diferencias con el gobierno anterior es el enfoque hacia los fabricantes de automóviles chinos. Anteriormente, México había mostrado resistencia a ofrecer incentivos a estas empresas debido a la presión de Estados Unidos. No obstante, bajo la nueva administración de Claudia Sheinbaum, se está reconsiderando esta postura.
Además, México está prestando mucha atención a las políticas comerciales de Estados Unidos y Canadá hacia China, buscando una mayor alineación con sus socios del T-MEC, especialmente en lo que respecta a posibles prácticas comerciales desleales. Gutiérrez mencionó que están analizando las prácticas comerciales de China para determinar cómo actuar en el futuro, siguiendo los pasos de sus socios norteamericanos.
Uno de los ejemplos citados fue el caso del acero, donde se han tomado medidas para combatir la evasión de aranceles estadounidenses por parte de China, utilizando a México como país de paso. Esto refleja la preocupación global por el exceso de producción de China, que ha inundado los mercados internacionales con exportaciones, agravando la situación de una débil demanda interna en ese país.
A pesar de este enfoque en Estados Unidos y Canadá, Gutiérrez aseguró que México no pretende romper relaciones con China ni negarles oportunidades de inversión en el país. La prioridad es mantener la alianza estratégica con sus socios del T-MEC, sin descartar la colaboración con otras economías.
En el contexto de las próximas elecciones en Estados Unidos, Gutiérrez comentó que México está preparado para trabajar con cualquiera de los candidatos que gane, ya sea Donald Trump o Kamala Harris. Si bien Trump ha advertido sobre la imposición de nuevos aranceles para frenar la fabricación de automóviles chinos en México, el país sigue enfocado en proteger su soberanía y su relación comercial con Estados Unidos.
Por último, Gutiérrez destacó que, a pesar de algunas preocupaciones recientes relacionadas con reformas judiciales que generaron nerviosismo en los mercados financieros, ninguna empresa ha decidido retirar sus inversiones de México. Afirmó que las inversiones siguen siendo seguras y que las autoridades mexicanas continúan trabajando para dar confianza a los inversionistas internacionales.
En resumen, México está adoptando un enfoque proactivo para atraer inversiones extranjeras mediante incentivos fiscales, buscando reducir su dependencia de importaciones asiáticas y fortalecer su economía a través de la producción local. A pesar de los desafíos, el país sigue siendo un lugar atractivo para los negocios y está preparado para adaptarse a los cambios globales.