La secretaria del Tesoro de Estados Unidos, Janet Yellen, anunció este martes que Estados Unidos presentará nuevas sanciones más severas contra Rusia. El objetivo de estas sanciones es limitar los recursos que Rusia está utilizando para mantener su esfuerzo militar en Ucrania. Entre las medidas previstas, Yellen destacó que las sanciones también irán dirigidas a intermediarios en terceros países que están suministrando a Rusia materiales y productos esenciales para su ejército.
El anuncio se hizo durante una conferencia de prensa, al inicio de las reuniones anuales del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial. Yellen explicó que estas nuevas sanciones son parte de los esfuerzos continuos de Estados Unidos para poner presión sobre Rusia y reducir su capacidad de seguir adelante con la guerra en Ucrania.
Uno de los puntos clave de la estrategia es que las sanciones no solo se aplicarán directamente a Rusia, sino que también afectarán a países que, de manera indirecta, están apoyando el esfuerzo militar ruso al proporcionarle insumos importantes. Estos insumos pueden incluir materiales de construcción, tecnología, piezas para equipos militares, y otros recursos que Rusia necesita para mantener su maquinaria bélica operativa.
Además, Yellen señaló que el Tesoro de Estados Unidos está trabajando arduamente para liberar los activos rusos que han sido congelados desde que comenzó la invasión a Ucrania. El objetivo de esta acción es utilizar esos fondos para ayudar a Ucrania a enfrentar los enormes costos económicos y sociales de la guerra. Estos activos congelados, que pertenecen al gobierno ruso, podrían proporcionar un impulso financiero clave para Ucrania, especialmente en momentos en los que su economía ha sido gravemente afectada por la guerra.
Yellen subrayó que Estados Unidos y sus aliados no han bajado la guardia en cuanto a la aplicación de las sanciones que ya están en vigor. De hecho, los esfuerzos se han redoblado para asegurarse de que las medidas estén teniendo el impacto esperado. Esto incluye monitorear de cerca las transacciones financieras internacionales para detectar cualquier intento de Rusia de esquivar las sanciones.
A lo largo del conflicto, varias rondas de sanciones han sido impuestas a Rusia por parte de Estados Unidos y sus aliados, apuntando principalmente a sectores clave como el energético, financiero y militar. Sin embargo, con el paso del tiempo, ha quedado claro que Rusia ha encontrado maneras de adaptarse a algunas de estas sanciones, en parte con la ayuda de otros países que, directa o indirectamente, han mantenido relaciones comerciales con Moscú. Por eso, las nuevas sanciones buscan cerrar esos vacíos y cortar de raíz cualquier apoyo que Rusia esté recibiendo de otras naciones.
En sus declaraciones, Yellen también destacó la importancia de la colaboración internacional para que las sanciones sean efectivas. Subrayó que Estados Unidos está trabajando estrechamente con sus socios internacionales, incluyendo la Unión Europea y otras naciones del G7, para coordinar las sanciones y asegurarse de que se apliquen de manera uniforme en todo el mundo.
Asimismo, se espera que estas nuevas sanciones incluyan medidas adicionales para evitar que Rusia acceda a tecnologías avanzadas y productos que podrían ser utilizados para fortalecer su capacidad militar. A lo largo del conflicto, Estados Unidos ha buscado impedir que Rusia obtenga acceso a tecnología de punta, especialmente en sectores como la defensa y la industria aeroespacial, que son críticos para las operaciones militares del país.
Finalmente, Yellen reafirmó el compromiso de Estados Unidos de seguir apoyando a Ucrania en su lucha contra la invasión rusa. Según Yellen, las sanciones forman parte de una estrategia más amplia para debilitar la capacidad de Rusia de continuar con la guerra, al mismo tiempo que se proporciona asistencia financiera a Ucrania para ayudar a su recuperación económica.