El crecimiento económico de Tailandia probablemente no alcanzará el 3% este año, pero se espera que supere ese nivel el próximo año, según declaró el martes el ministro de Finanzas, Pichai Chunhavajira. La razón detrás de este pronóstico es que el gobierno tiene planes para acelerar las inversiones en el país, lo que debería impulsar la economía en el mediano plazo.
Tailandia, la segunda economía más grande del Sudeste Asiático, ha mostrado fortaleza a pesar de ciertos desafíos. Pichai aseguró que la relación entre la deuda pública y el Producto Interno Bruto (PIB) del país se mantendrá por debajo del límite obligatorio del 70%, lo que indica que el gobierno está gestionando su deuda de manera responsable. Según el ministro, "la economía tailandesa está en una fase de crecimiento", lo que refleja optimismo sobre el futuro económico del país.
El gobierno tailandés está listo para incrementar la inversión pública en diversos sectores, una medida clave para impulsar el crecimiento económico. Pichai añadió que, gracias a esta estrategia, Tailandia no corre el riesgo de ver rebajadas sus calificaciones crediticias, lo que sería perjudicial para la confianza de los inversionistas internacionales.
El año pasado, la economía de Tailandia creció un 1.9%, un porcentaje que se encuentra por debajo del crecimiento observado en otros países de la región. Sin embargo, el gobierno confía en que las medidas que están tomando contribuirán a un crecimiento más acelerado en los próximos años.
Uno de los factores que ayudará a impulsar la economía es el reciente recorte en las tasas de interés realizado por el banco central. Esta medida está diseñada para estimular la inversión dentro del país, ya que una menor tasa de interés hace que sea más atractivo para las empresas y los consumidores pedir préstamos y gastar. Además, Pichai señaló que este recorte en las tasas también podría ayudar a frenar la apreciación del baht, la moneda local.
Desde principios de año, el baht se ha apreciado un 2% frente al dólar estadounidense, lo que la convierte en una de las monedas más fuertes de la región. De hecho, el baht ha sido la segunda moneda de mejor desempeño en el Sudeste Asiático, solo superada por el ringgit de Malasia. En septiembre, el baht alcanzó su nivel más alto frente al dólar en 31 meses, lo que demuestra su fortaleza.
A pesar de la apreciación del baht, que podría afectar negativamente a las exportaciones del país al hacer que los productos tailandeses sean más caros en los mercados internacionales, el gobierno está adoptando medidas para mantener un equilibrio entre una moneda fuerte y una economía en crecimiento. La inversión acelerada que planea el gobierno es parte de un plan más amplio para asegurar que la economía de Tailandia siga creciendo de manera sostenida en los próximos años.
En resumen, aunque es probable que el crecimiento económico de Tailandia no llegue al 3% este año, el gobierno tailandés está confiado en que superará ese nivel en 2025. La combinación de una mayor inversión pública, el recorte de tasas de interés y una gestión cuidadosa de la deuda pública debería contribuir a un crecimiento más robusto en el futuro cercano. Además, el baht se mantiene fuerte, lo que refleja la estabilidad de la economía, aunque el gobierno sigue atento a los efectos de su apreciación en las exportaciones. Con estas medidas en marcha, Tailandia se prepara para enfrentar los desafíos económicos y seguir avanzando en su fase de crecimiento.