El euro y el yen japonés han tenido un repunte interesante en los últimos días, mientras que el dólar estadounidense se ha estancado luego de alcanzar un máximo en casi tres meses. Este cambio en el dólar ha permitido que otras monedas, como el euro y el yen, recuperen parte de su valor. Aunque el dólar ha mostrado una racha alcista en las últimas semanas, varios factores han contribuido a su freno, y los datos recientes respaldan la idea de que la Reserva Federal podría ser más lenta en sus recortes de tasas de interés.
Uno de los factores clave ha sido la publicación de los datos de empleo en Estados Unidos. Las solicitudes iniciales de subsidio por desempleo bajaron a 227,000, una cifra mejor de lo que se había previsto, mientras que las solicitudes continuas subieron a un nivel no visto en los últimos tres años. A pesar de este aumento en las solicitudes continuas, es probable que la Reserva Federal no le dé demasiada importancia debido a las distorsiones provocadas por fenómenos como el huracán Helene.
En el panorama económico de Estados Unidos, también se publicó un informe de S&P Global que mostró que el índice PMI compuesto de producción, el cual mide la actividad en los sectores manufacturero y de servicios, subió ligeramente este mes a 54.3, lo que indica una expansión. Este tipo de datos positivos ha ayudado al dólar a mantener su fortaleza en las últimas semanas, pero también ha frenado las expectativas de recortes rápidos en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal.
Aunque el dólar ha tenido un rendimiento sólido, subiendo en 16 de las últimas 18 sesiones, este jueves mostró una caída del 0.22%, situándose en 104.21 frente a una cesta de otras monedas. El euro, por su parte, aprovechó este respiro del dólar y subió un 0.17%, alcanzando los 1.0799 dólares después de haber tocado un mínimo de casi cuatro meses.
En cuanto a la situación en Europa, una encuesta reciente mostró que la actividad empresarial en la zona euro sigue estancada. Sin embargo, se observó una contracción menos severa en Alemania, la mayor economía de la región, lo cual es una señal esperanzadora. Por otro lado, los mercados financieros están prestando mucha atención a lo que hará el Banco Central Europeo (BCE) con las tasas de interés. Algunos funcionarios han señalado la posibilidad de un recorte de tasas en diciembre si las condiciones lo permiten, lo que ha generado más expectativas sobre el futuro del euro.
Uno de los puntos más interesantes es la divergencia entre la política monetaria de la Reserva Federal y el BCE. Mientras que en Estados Unidos los recortes de tasas están avanzando de manera lenta y cautelosa, en Europa los mercados esperan que los recortes sean más agresivos, lo que ha creado cierta presión sobre el euro en las últimas semanas.
En Japón, el yen también ha mostrado una recuperación frente al dólar, subiendo un 0.58% y situándose en 151.86 yenes por dólar. Esta recuperación del yen ha estado influenciada por las declaraciones del Ministro de Finanzas japonés, quien lanzó una advertencia contra la especulación cambiaria y expresó preocupación por los rápidos movimientos en el valor de la moneda. Además, el Banco de Japón ha adoptado un enfoque cauteloso en su política monetaria, con su gobernador señalando que aún es necesario tiempo para alcanzar el objetivo de inflación del 2%, aunque advirtió sobre los riesgos de actuar demasiado lento.
A nivel global, la incertidumbre política y económica continúa siendo un factor importante. En Japón, las próximas elecciones podrían influir en la política monetaria, mientras que en Estados Unidos, las expectativas del mercado sobre las políticas inflacionarias también están jugando un papel crucial en la fortaleza del dólar. Un factor a destacar es el posible impacto de una victoria del expresidente Donald Trump en las elecciones, lo que podría traer consigo políticas que impulsen la inflación, como la imposición de aranceles.
Finalmente, la libra esterlina también mostró una ligera subida del 0.29%, alcanzando los 1.2958 dólares. Este movimiento estuvo impulsado en parte por las declaraciones de la ministra de Finanzas del Reino Unido, quien anunció que planea cambiar la medición de la deuda pública en el próximo presupuesto, lo que permitiría más préstamos para inversiones.
En resumen, el panorama cambiario actual está lleno de movimientos interesantes. Mientras que el dólar ha mostrado un gran rendimiento en las últimas semanas, el euro y el yen están comenzando a ganar terreno a medida que el dólar se estabiliza. Las políticas de los bancos centrales, tanto en Estados Unidos como en Europa y Japón, seguirán siendo clave en los próximos meses, y los mercados estarán atentos a cualquier señal que pueda influir en el valor de estas monedas.