El Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que espera que el crecimiento económico de México disminuya este año, situándose alrededor del 1.5%. Esta desaceleración, según el organismo, se debe a algunas limitaciones en la capacidad productiva del país y a una política monetaria más restrictiva.
Para el próximo año, el FMI prevé que el crecimiento económico de México se reduzca aún más, llegando al 1.3%. A pesar de esta desaceleración, se espera que la inflación se acerque al objetivo del banco central mexicano, Banxico, que es del 3%.
En septiembre, Banxico tomó la decisión de reducir su tasa de interés de referencia a 10.50%, aunque fue una medida dividida entre los miembros del directorio. Sin embargo, las actas de esa reunión indicaron que, si la inflación sigue bajando, es posible que se realicen nuevos recortes en las tasas de interés en el futuro.
A pesar de esta proyección, el FMI señaló que los riesgos de inflación siguen siendo elevados. Además, advirtió que una desaceleración mayor de lo esperado en la economía de Estados Unidos, un aumento en la aversión global al riesgo y los posibles efectos imprevistos de las recientes reformas en México podrían afectar negativamente su producción económica.
Por su parte, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, al ser consultada sobre las proyecciones del FMI, aseguró que la economía mexicana es fuerte. Sheinbaum también destacó que se espera un crecimiento en la producción agrícola para el próximo año, lo que podría ser un factor positivo para la economía.
En cuanto a las reformas constitucionales propuestas por el Gobierno, Sheinbaum señaló que no representan ningún obstáculo para la inversión en el país, a pesar de las preocupaciones expresadas por el FMI.
El FMI también hizo referencia a una reciente reforma judicial en México, la cual genera algunas incertidumbres sobre la efectividad del cumplimiento de los contratos y la previsibilidad del estado de derecho. Esta reforma, promovida por el partido gobernante y sus aliados, busca combatir la corrupción en el poder judicial a través de la elección popular de jueces y magistrados.
Sin embargo, esta iniciativa ha causado preocupación tanto en el ámbito local como internacional. Importantes socios comerciales de México, como Estados Unidos y Canadá, han expresado inquietudes sobre el impacto de la reforma. Además, el sector judicial mexicano también ha mostrado su desacuerdo, con protestas por parte de jueces y magistrados en contra de la medida.
En resumen, el FMI prevé que la economía mexicana enfrentará una desaceleración en los próximos dos años, debido a varios factores internos y externos. A pesar de los desafíos, el gobierno mexicano se muestra optimista respecto al futuro, especialmente en sectores como la agricultura. No obstante, las reformas recientes, particularmente en el ámbito judicial, han generado cierta incertidumbre, tanto dentro como fuera del país, sobre su posible impacto en la estabilidad económica y la inversión.