El Banco de Israel estará pendiente de los datos de inflación y del presupuesto de 2025 para decidir si es necesario subir las tasas y frenar las presiones sobre los precios, dijo el vicegobernador el jueves.
Con la inflación subiendo en los últimos meses, el banco central mantuvo la tasa de interés en 4.5% por sexta vez consecutiva, tras un recorte en enero. Esto contrasta con la situación en EE. UU. y Europa, donde la inflación y las tasas han bajado.
En Israel, la inflación subió al 3.6% en agosto, desde 3.2% en julio, debido a los problemas de suministro causados por el conflicto con Hamás en Gaza, alejándose más del objetivo del 1%-3% del gobierno.
El vicegobernador, Andrew Abir, dijo que hasta la próxima reunión sobre tasas, el 25 de noviembre, el banco analizará dos nuevos informes de inflación. Además, el gabinete votará el 31 de octubre sobre el presupuesto de 2025.
Abir señaló que la política monetaria actual es restrictiva, pero aún queda por ver si es suficiente para controlar la inflación y mantener la estabilidad del mercado. "La situación ha cambiado desde la última decisión en agosto, y el panorama inflacionario es más complicado", afirmó.