Las autoridades del Banco Central Europeo (BCE) se mostraron satisfechas con la caída de la inflación durante su reunión de septiembre, pero optaron por avanzar con cautela en la flexibilización de la política monetaria debido a las presiones persistentes sobre los precios, según las actas publicadas.
Aunque el BCE recortó las tasas de interés y dejó abierta la posibilidad de otro recorte en octubre, las actas reflejan una postura cautelosa. El banco sigue enfocado en alcanzar su objetivo de inflación del 2%, aunque el crecimiento económico se ha debilitado.
El informe señaló que los miembros acordaron proceder gradualmente con la reducción de las restricciones, siempre que los datos futuros sigan alineados con las proyecciones. Aunque la inflación se acerca al 2%, el BCE ha recortado las tasas dos veces y es probable que siga flexibilizando debido al bajo crecimiento y la desaceleración salarial.
La próxima reunión será el 17 de octubre, y se espera otro recorte, con un posible cambio en diciembre. El debate en septiembre fue equilibrado: algunos temen que la inflación baje demasiado, mientras otros creen que aún es pronto para dar por superado el problema de los precios altos.