El impulso global continúa gracias al apoyo económico de China y la estabilidad en Japón, aunque el yen siente la presión de la política del Banco de Japón.
Los mercados de valores alrededor del mundo experimentaron un alza el jueves, impulsados por una reciente serie de medidas de apoyo en China y las declaraciones del Banco de Japón, que aseguran que las tasas de interés no experimentarán aumentos abruptos. Este clima de optimismo se mantiene luego de que Wall Street alcanzara nuevos máximos históricos.
En Europa, las acciones han experimentado un crecimiento cercano al 15% desde noviembre, apoyadas por incrementos moderados en Londres, París y Milán, lo que mantiene al índice mundial de MSCI en un máximo de casi dos años. El entusiasmo se extiende a Asia, donde el Nikkei japonés cerró en su nivel más alto en 34 años, beneficiándose de los comentarios del Banco de Japón y un notable aumento en las acciones de SoftBank tras el optimismo en sus ganancias.
En contraste, el yen japonés se ha visto presionado debido a la cautela del Banco de Japón y la volatilidad de las expectativas del mercado. La Reserva Federal y el Banco Central Europeo han contrarrestado las expectativas de recortes rápidos en las tasas, buscando asegurar que el repunte inflacionario de los últimos dos años esté bajo control.
El euro se mantuvo estable frente al dólar, mientras que los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense y la deuda pública alemana mostraron ligeras variaciones, reflejando ajustes en las expectativas de los mercados financieros sobre la política monetaria futura.
Los futuros de Wall Street anticipan un inicio moderado después de que el S&P 500 y el Dow Jones alcanzaran máximos históricos. Los mercados en China también han mostrado fuertes ganancias, anticipando las celebraciones del Año Nuevo Lunar y reflejando un optimismo cauteloso en el panorama económico global.
En el ámbito de las materias primas, el petróleo se mantuvo estable, mientras que el oro y el cobre experimentaron ajustes menores en sus precios. La situación económica y monetaria global continúa siendo un equilibrio entre el apoyo a la recuperación económica y el manejo de las presiones inflacionarias.