En los últimos días, el dólar estadounidense ha alcanzado su nivel más alto en 11 semanas, impulsado por nuevos datos que muestran un aumento en las ventas minoristas en septiembre. Este repunte del dólar refuerza las expectativas de que la Reserva Federal de Estados Unidos podría seguir haciendo ajustes moderados en las tasas de interés durante los próximos 18 meses, ya que la economía estadounidense sigue demostrando fortaleza.
Frente al yen japonés, el dólar llegó a 150 yenes, una cifra que no se veía desde el 1 de agosto. Al momento de cerrar, el dólar había subido un 0,4%, situándose en 150,24 yenes.
El índice del dólar, que mide su valor frente a otras seis monedas importantes, también subió un 0,3%, alcanzando 103,81 puntos. Este índice ya había llegado a 103,87 puntos, lo que representa su nivel más alto desde inicios de agosto.
Un factor clave de este crecimiento es que los datos económicos han sido más sólidos de lo esperado. Según Eugene Epstein, experto en productos financieros en Moneycorp, Nueva York, "lo que estamos viendo es una continuación de la tendencia que ha predominado durante todo octubre. Los datos económicos más fuertes de lo previsto están impulsando al dólar, que había estado debilitado antes del último recorte de tasas de la Reserva Federal en septiembre. Ahora, esa situación se está revirtiendo."
Los informes recientes indican que las ventas minoristas en Estados Unidos subieron un 0,4% en septiembre, después de un aumento del 0,1% en agosto. Este resultado superó las expectativas de los economistas, quienes preveían un aumento del 0,3%.
Por otro lado, el mercado laboral en Estados Unidos también mostró signos de resiliencia. Las solicitudes de beneficios por desempleo cayeron en 19.000, alcanzando una cifra ajustada de 241.000 solicitudes. Sin embargo, fenómenos como los huracanes recientes y la huelga en Boeing están complicando el panorama laboral, lo que hace más difícil obtener una lectura precisa de la situación actual.
En Europa, la situación es diferente. El euro ha caído después de que el Banco Central Europeo (BCE) realizara un nuevo recorte de tasas, el tercero en lo que va del año. Esta decisión se tomó en medio de una desaceleración económica en la zona euro y la disminución de la inflación.
El euro cayó a su nivel más bajo en 11 semanas frente al dólar, cotizando a 1,0811 dólares, para luego estabilizarse en 1,0826 dólares. En lo que va de octubre, la moneda europea ha caído un 2,8% frente al dólar, lo que la coloca en camino de su mayor caída mensual desde mayo del año pasado.
En cuanto a las perspectivas futuras, la presidenta del BCE, Christine Lagarde, no ofreció señales claras sobre más recortes de tasas. No obstante, varias fuentes cercanas a la entidad sugieren que podría haber un nuevo recorte en diciembre, siempre que los datos económicos no muestren una mejora significativa.
En cuanto a las expectativas de tasas de interés en Estados Unidos, los futuros apuntan a una probabilidad del 92% de que la Reserva Federal realice un recorte de 25 puntos básicos, con una posibilidad menor de que opte por no hacer ningún cambio. A mediano plazo, el mercado espera que los recortes continúen en 2024.
Además, las elecciones presidenciales en Estados Unidos están comenzando a influir en el comportamiento de los mercados. Las apuestas en plataformas como Polymarket indican un aumento en las probabilidades de que Donald Trump gane las elecciones. Según algunos analistas, una victoria de Trump podría ser positiva para el dólar, ya que se espera que su administración impulse nuevos recortes de impuestos, relajación de regulaciones comerciales y posibles aranceles, lo que podría estimular el crecimiento económico y la inflación.
Por último, el dólar australiano también ha mostrado una tendencia alcista tras superar las expectativas de empleo en septiembre.