El Banco Central de Rusia está considerando un aumento de su tasa de interés clave a 20%, lo que representa un incremento de 100 puntos básicos, según la mayoría de los analistas encuestados por Reuters. Esta cifra es similar al nivel que alcanzó la tasa al inicio del conflicto en Ucrania. De los 30 analistas encuestados, 25 esperan que el banco central tome esta medida en su próxima reunión el 25 de octubre. Otros cinco analistas incluso anticipan un aumento mayor, de 200 puntos básicos, lo que llevaría la tasa al 21%, lo que marcaría un récord histórico.
Anton Tabakh, de la agencia de calificación crediticia Expert RA, mencionó que lo más probable es que la tasa se fije en un 20%, pero con una "retórica fuerte" que podría señalar un posible aumento al 21% en diciembre. Tabakh también señaló que el aumento de las expectativas inflacionarias de la población y el presupuesto inflacionario del gobierno son los principales factores detrás de este ajuste.
Este mes, Rusia presentó un nuevo proyecto de presupuesto con un déficit mayor al esperado, que incluye aumentos de tarifas de servicios públicos para el próximo año y un incremento en el gasto militar. Además, las expectativas de inflación entre los hogares rusos han aumentado, pasando del 12,5% en septiembre al 13,4% en octubre, lo que preocupa al banco central. Estas expectativas inflacionarias, que el banco considera tan importantes como la inflación real, han ido en aumento desde abril, alcanzando su nivel más alto desde principios de este año.
Por otro lado, Maxim Oreshkin, asesor económico del presidente Vladimir Putin, mencionó que la inflación, que actualmente se sitúa en 8,5%, ya ha alcanzado su punto máximo y está comenzando a desacelerarse. Sin embargo, destacó que aún se requieren más medidas para mantener la inflación bajo control.
La debilidad del rublo es otro factor que influye en la decisión de subir las tasas. La moneda rusa perdió un 10% frente al yuan chino en septiembre y ha mostrado debilidad frente a las principales monedas internacionales desde agosto. Según Natalya Orlova, del Banco Alfa, esta depreciación del rublo es un factor temporal, pero ha añadido presión inflacionaria.
El banco central también enfrenta presiones por parte de empresarios, quienes afirman que las altas tasas están afectando a la economía. A pesar de esto, los analistas creen que estas presiones no influirán en la decisión del regulador, ya que el banco central está comprometido con mantener la estabilidad económica en medio de un contexto difícil. Oleg Kuzmin, de Renaissance Capital, señaló que el liderazgo del país confía en la capacidad del banco para garantizar dicha estabilidad, especialmente después de haber enfrentado crisis anteriores, como las de 2014 y 2020.
La justificación actual para subir la tasa al 20% es diferente a la de marzo de 2022, cuando la medida buscaba calmar a los mercados asustados por la situación en Ucrania. Ahora, el objetivo principal es combatir la inflación, que sigue siendo una preocupación significativa para la economía rusa. Aunque algunos esperan que el aumento en las tasas alivie las presiones inflacionarias, la decisión final dependerá del comportamiento de la inflación y la moneda en las próximas semanas.
En resumen, el Banco Central de Rusia podría aumentar su tasa de interés clave al 20% para hacer frente a la inflación y la debilidad del rublo, mientras que algunos analistas incluso prevén un incremento mayor. A pesar de las preocupaciones sobre el impacto económico de estas tasas altas, el regulador parece decidido a tomar medidas para garantizar la estabilidad financiera en el país.