El Banco Nacional Checo está considerando continuar con la flexibilización de su política monetaria en medio de un crecimiento más débil en el exterior y una lenta recuperación de la demanda interna. Sin embargo, el encargado de fijar las tasas, Jan Prochazka, advirtió que deben tener cuidado con los puntos críticos de inflación, especialmente en el sector de servicios.
La situación actual del Banco Nacional Checo
Desde diciembre, el banco central ha reducido su tasa principal en 275 puntos básicos, llevándola al 4,25%. En sus dos últimas reuniones, las reducciones han sido de 25 puntos básicos cada vez, lo que es menos agresivo que las anteriores. Los analistas del mercado anticipan que habrá otro recorte en la próxima reunión, programada para el 7 de noviembre, donde también se evaluará la situación económica actual.
El crecimiento en países como Alemania y las tasas más bajas en la zona euro están llevando a los economistas a ajustar sus pronósticos. Prochazka mencionó que tienen un pronóstico de crecimiento del PIB del 2,8% para 2025, pero él mismo duda que la economía alcance ese nivel, ya que considera que el crecimiento será más modesto.
El estado de la economía checa
Prochazka también señaló que hay un "mal humor" entre los consumidores, lo que se refleja en el sector minorista. A pesar de esto, aseguró que no deberíamos preocuparnos por una recesión inminente. Aunque la demanda de los consumidores sigue siendo débil tras el aumento de la inflación en los últimos años, la economía checa logró crecer un 0,6% en comparación con el año anterior en el segundo trimestre. El banco central prevé que la economía crezca un 1,2% en total durante 2024.
En cuanto a la inflación, los precios en el sector servicios están aumentando a un ritmo de alrededor del 5%, lo que mantiene la inflación general por encima del objetivo del 2%, aunque aún dentro de la banda de tolerancia de 1 punto porcentual del banco.
Riesgos y precauciones
Prochazka advirtió que, aunque la economía está débil y se espera que empeore debido a factores externos, esto podría llevar al banco a flexibilizar aún más su política. Sin embargo, también señaló que el aumento de los precios en el sector servicios podría ser un nuevo foco de inflación, por lo que el banco debe proceder con cautela.
El encargado de fijar tasas comentó que las decisiones sobre las tasas de interés se tomarán de manera gradual, analizando los acontecimientos internacionales y su impacto en la moneda nacional, la corona checa. Desde principios de año, la corona ha caído un 2% frente al euro.
Prochazka reafirmó su intención de seguir flexibilizando la política monetaria, pero no sin ciertas reservas. Afirmó que la inflación podría superar el 3% en diciembre antes de volver a caer dentro del rango de tolerancia del banco.
Cambios en las reservas bancarias
Los responsables de fijar tasas también discutirán el impacto de su reciente decisión de duplicar el tamaño de las reservas mínimas de los bancos depositadas sin intereses en el banco central, llevándolas al 4%. Prochazka indicó que esta decisión es única y que no se espera que afecte la trayectoria de las tasas de interés en el futuro.
Además, mencionó que se anticipan cambios en la forma en que el banco elabora sus políticas, gracias a tres revisiones externas en curso. Estas revisiones podrían incluir mejoras en la manera en que se realizan y comunican los pronósticos y decisiones, buscando así una mayor coherencia en la historia económica y una menor sensibilidad a nueva información.
Conclusión
El Banco Nacional Checo está en un momento de cambio y adaptación, buscando el equilibrio entre la necesidad de flexibilizar su política monetaria y el control de la inflación en un entorno económico incierto. Prochazka y el banco deben considerar cuidadosamente cómo sus decisiones afectarán a la economía en su conjunto, especialmente en un contexto de crecientes preocupaciones sobre la inflación y la demanda interna. Las próximas reuniones y decisiones serán cruciales para definir el rumbo económico del país y la salud de su mercado.