El presidente del Comité de Supervisión Bancaria de Basilea (BCBS), Erik Thedeen, hizo un llamado a los reguladores de todo el mundo para que finalicen rápidamente las nuevas reglas de capital de Basilea III. Estas normas están diseñadas para fortalecer el sistema financiero global y mejorar la gestión de riesgos de los bancos, pero han enfrentado una fuerte resistencia por parte de la industria bancaria en varios países, incluyendo Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea.
¿Qué son las reglas de Basilea III?
Basilea III es un conjunto de reformas que se implementaron después de la crisis financiera de 2007-2009 para asegurar que los bancos tengan suficiente capital para absorber pérdidas en tiempos de crisis. Una de las principales propuestas es aumentar la cantidad de capital que los bancos deben mantener en reserva, lo que les permitiría hacer frente a eventuales pérdidas sin necesidad de ser rescatados por los gobiernos.
Estas normas son parte de un esfuerzo más amplio para mejorar la estabilidad financiera mundial. Sin embargo, su implementación ha sido lenta y polémica, especialmente en países como Estados Unidos, donde los bancos y grupos de presión han argumentado que aumentar los requisitos de capital afectaría su capacidad para otorgar préstamos y dañaría la economía.
La postura de Erik Thedeen
Erik Thedeen, quien también es presidente del banco central de Suecia, asumió la presidencia del Comité de Basilea en mayo y ha sido un firme defensor de la implementación de estas reformas. Durante una conferencia del Instituto de Finanzas Internacionales en Washington, Thedeen expresó que, aunque la industria bancaria ha tratado de diluir las nuevas reglas, estas son esenciales para fortalecer el sistema financiero a largo plazo.
Según Thedeen, la resistencia de los bancos a las nuevas normas se debe principalmente a su deseo de mantener menores requisitos de capital, lo que les permitiría operar con mayor libertad. Sin embargo, él sostiene que reducir estos requisitos podría traer consecuencias negativas en el futuro, afectando la estabilidad financiera global y exponiendo a los bancos a mayores riesgos.
"Es cierto que estas reformas pueden parecer costosas a corto plazo, pero el dolor a largo plazo será mucho mayor si no se implementan adecuadamente", dijo Thedeen. También rechazó la idea de que relajar las normas de capital estimularía una ola de nuevos préstamos, argumentando que, si bien el capital adicional puede limitar ligeramente los préstamos a corto plazo, lo que realmente se está protegiendo es la resiliencia de los bancos.
Resistencia en Estados Unidos y otros países
En Estados Unidos, los reguladores están estancados en cuanto a cómo proceder con la implementación de estas reglas. Michael Barr, el principal funcionario regulador de la Reserva Federal, presentó el mes pasado una propuesta que reduce el impacto del aumento de capital en respuesta a las críticas de la industria bancaria y las posibles demandas judiciales. No obstante, este esfuerzo ha encontrado resistencia entre otros funcionarios que consideran que las revisiones van demasiado lejos o no lo suficiente.
El proceso de adopción de estas normas en EE.UU. ha sido más lento que en otros países, lo que ha generado preocupación entre los reguladores internacionales. Thedeen instó a los países a ser coherentes en la implementación de Basilea III y evitar lo que él describió como una "libertad para todos" en la creación de políticas bancarias. Aseguró que los estándares globales son fundamentales para facilitar la operación de los bancos en varias jurisdicciones y evitar una "carrera hacia el abismo" en la que los países compitan por ofrecer regulaciones más laxas para atraer a los bancos.
La importancia de un campo de juego global
Thedeen enfatizó que, aunque hay diferentes opiniones sobre las reglas de Basilea III, lo que todos deben compartir es el objetivo de crear un "campo de juego uniforme". Tener un conjunto coherente de regulaciones bancarias a nivel mundial es crucial para garantizar que los bancos puedan operar de manera segura y eficiente en varios países sin enfrentar un mosaico de regulaciones dispares.
En resumen, aunque las reformas de Basilea III han sido recibidas con escepticismo en algunos sectores, Thedeen y el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea creen firmemente que estas normas son esenciales para proteger la estabilidad financiera global. A medida que los gobiernos y reguladores de diferentes países trabajan en la implementación de estas reglas, queda claro que el objetivo principal es crear un sistema bancario más fuerte y resistente, que pueda soportar futuras crisis sin la necesidad de rescates masivos.
Conclusión
El llamado de Thedeen a finalizar rápidamente las reglas de Basilea III refleja la urgencia de asegurar que los bancos tengan un marco de regulación coherente y global. Aunque algunas industrias bancarias se resisten al cambio, la implementación de estas reformas es crucial para mantener la estabilidad financiera a largo plazo y evitar los errores que llevaron a la crisis de 2007-2009. Con un enfoque en la resiliencia y la consistencia global, Basilea III busca crear un entorno financiero más seguro para todos.